El megadestructor M16 es un claro ejemplo de la apuesta clásica de la Heavy Union: potencia de fuego extrema. Esta unidad, armada con dos cañones de riel pesados, se diseñó para enfrentamientos de gran envergadura y puede infligir grandes cantidades de daño puntual. Su eficacia es incuestionable en el combate contra enemigos individuales de alto calibre.

El M16, que en un principio se concibió como la evolución del destructor, plasma el enfoque de la Heavy Union ante situaciones y unidades enemigas difíciles: sacar la artillería pesada. Fue diseñado para ejecutar tareas con precisión mecánica, y aprovecha al máximo las capacidades de perforación y la puntería de sus dos cañones de riel modernos. En cada enfrentamiento, el M16 es crucial para mantener la ventaja sobre amenazas específicas. Basta con su presencia para que el enemigo cambie de estrategia. Es el arma preferida de los ases que necesitan un chute extra de destrucción.