El Gatobús C8T, armado con torretas de microfase, sobresale en operaciones aéreas de larga duración sobre áreas en disputa. Con su armadura reforzada y bombardeos precisos, esta unidad está construida para resistir contramedidas extensas mientras ataca eficazmente a los oponentes terrestres. Con su ritmo pausado y su diseño robusto, es capaz de eliminar a los objetivos con confianza, y así asegurar un apoyo sostenido y el control del área.

Durante la Batalla Silenciosa, el Gatobús C8T se convirtió en un símbolo de la dominación aérea unilateral que definió el conflicto sobre la luna de Júpiter, Ío. Diseñado como una fortaleza voladora de movimiento lento, se desplegó para hacer cumplir la supremacía del Sistema de Corona Central desde arriba. El apagón de comunicación del conflicto hizo que el Gatobús C8T no solo participara en batallas, sino que las orquestara desde el cielo: su presencia era tan abrumadora que las fuerzas enemigas a menudo se rendían ante su mero avistamiento. Sin embargo, su encanto irónico también lo convierte en uno de los favoritos de los ases.